Archivar todos los trabajos y manualidades realizadas por los
niños, para que de ésta manera tanto ellos como sus padres puedan ver el
resultado de sus logros y sus avances psicomotrices; Y de ésta manera motivar y
celebrar al niño sus logros, e incentivarle a seguir adelante.
Observar los cambios de actitud y emocionales ante sus
logros y sus fracasos y de ésta manera poder ayudarlo.
Despertar el interés del niño con respecto a sus clases, que le interese
que es lo que va a venir
después, que es lo que va a continuar a su trabajo actual.
Las
técnicas deben variar y
adaptarse a cada grupo de trabajo, ya que todos los niños no son iguales cada
año, y los grupos de trabajo son diferentes cada vez, habrán los grupos que
avancen más rápido que otros y otros que necesiten de más estímulo o
motivación; el maestro debe saber adaptarse a cada grupo de trabajo.
El
desarrollo de la psicomotricidad fina a veces queda limitado en la etapa
preescolar y se ha descuidado un poco la importancia de ésta en el Primer Año
de Educación Primaria que es cuando el niño se inicia en la lecto- escritura y
necesita de todo el estimulo y presión necesaria para el avance en la
Lectoescritura.
Los trastornos psicomotores más comunes son:
· Afianzamiento de su lateralidad.
· Independencia segmentaria y habilidad manual.
· Estrategias metodologías para la preparación a la lectoescritura.
· Programa de actividades motrices de coordinación motora gruesa.
· Programa de actividades motrices de coordinación motora fina:
materiales básicos para la estimulación a la lectoescritura.
Para evitar de alguna manera éstos trastornos debemos tener en
cuenta los siguientes puntos:
· La importancia del gateo
· El equilibrio fundamental para el dominio de las nociones
espaciales y temporales.
· Tono corporal
Existen situaciones en las que los niños asocian procesos
cognitivos y motrices de forma vivencial. Escribir o leer en una hoja le
implica a un niño, entre otras cosas, controlar las manos y manejar un lápiz
con rigurosa precisión para realizar trazos concretos en determinada dirección
y medidas, además de exigir una importante capacidad de atención para fijar su
vista, pero... ¿está preparado?
Para la lectoescritura se necesitan tener afianzadas una serie de
habilidades y destrezas que se consiguen cuando el niño vive experiencias
multidisciplinares a través del movimiento que le permitan madurar las
funciones de la mente y organizar sus percepciones.
Este método de apoyo a la lectoescritura que se sirve del
movimiento utilizando el cuerpo para adquirir sensaciones contribuye a que el
trabajo en el aula sea más vivencial y eficaz. Debemos tener éste trabajo como
fuente de recursos para juegos y actividades tan variadas que pueden ir desde
la dinámica de grupos, juegos de mesa, matemáticas, lengua... pasando por meros
ejercicios gimnásticos de condición física y expresión.